Después de muchos años, necesito fluir...
A veces debajo de las cenizas del árbol que se quemó,
hay brasas que siguen ardiendo...
No lo olvide, lo enterré
y, ahora, surgió como esas brasas,
llegó como lluvia,
que sale de las nubes del recuerdo
transformadas en llanto,
llanto que mis ojos dejan caer,
limpian un poco mi alma,
pero no se llevan el dolor,
no apagan el recuerdo...
no, aún no, pero lo hará, lo haré
Laura, pequeña como en ese entonces