Prosa vampírica

Noche carmesí, preludio de una muerte,
sangrante corazón, esperando
por el Ángel oscuro,
que lleve éste cuerpo a través del manto oscuro
donde las almas, solitarias vagan ...

Mi Lord, te miro a distancia, en ese balcón donde esperas

por ese suspiro convertido en mujer, a quien cada noche le dedicas

tus desvelos, por quién tu corazón se paraliza con el olor de su cabello,

por quién tu piel se eriza con el roce de sus dedos.

Mi Señor, te observo desde la distancia, cada noche,

esperando por su piel, anhelando sus labios,

llorándole a la luna, dedicándole canciones que

dicta tu corazón.

.

.

Mi Lord, escucho a la distancia, tu voz llamándole,

oigo tu grito a la noche, pidiéndole te la devuelva,

percibo tu deseo por poseerla nuevamente,

beber de su sangre fresca, probar de sus labios

el elixir que te mantenga.

.

.

.

Oh Mi Lord ....

Te observo y te miro, a distancia,

porque sé que no es mi piel

ni mi roce el que ansias y esperas,

luna llena, ser ese suspiro quisiera ...

Ángel de la Muerte ven y bebe mi sangre
paraliza mi corazón, mata mi pasión,
noche, devórame la piel, porque sé
que no me inmortalizaré en él ...

Noche carmesí, preludio de mi muerte

LaU