noviembre 06, 2016

Anillos de Ceniza...




Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.

Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.



A. Pizarnik

mayo 02, 2016

Besos usados...




Cuando dices que te olvide 
Es porque me has olvidado 
Pides que desate un lazo 
Que ya llevas desatado 
Como se desbesa el beso 
Como desato un abrazo 
Como borro una caricia 
Como se olvidan tus brazos 
Sabes que me es imposible 
Dividir en dos los pasos 
Y repartir el camino 
Sin separar nuestros labios 
Y repartir el camino
Sin separar nuestros labios... 

Volverás a amar es cierto 
Te enlazaran otros brazos 
Vivirás amaneceres 
Entrara luz en tu cuarto 
Arrumaras mis recuerdos 
Como se arruman los trastos 
Pero por más que lo intentes 
Ya no olvidaras mis labios 
Tus besos eternamente
Ya serán besos usados... 

Como se desbesa el beso 
Quien se queda con lo amado 
Más que caminos corrientes 
Nos grabamos con las manos 
Porque todo te lo llevas 
De mi amor ya tan tatuado 
Nunca podrás arrancarte 
Lo que te deje marcado 
Si me condenas a perderte 
Yo te condeno al pasado 
Y el fantasma de mi beso 
Vivirá siempre en tus labios 
Y el fantasma de mi beso 
Vivirá siempre en tus labios



Tus besos, aún son mi sueño ... tt

enero 21, 2016

La noche



Poco sé de la noche

pero la noche parece saber de mí,
y mas aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la conciencia con sus estrellas.
Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. 
Tal vez la noche es nada
y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.

Pero la noche ha de conocer la miseria

que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.

Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.

Su lágrima inmensa delira
y grita que algo se fue para siempre.

Alguna vez volveremos a ser.

Alejandra Pizarnik